A solo 20 km de la desquiciada urbe de Madrid, en Mejorada del Campo, un pequeño pueblo tradicionalmente dedicado a los cultivos de secano, se levanta una obra única en el mundo, única por ser el sueño materializado a golpe de voluntad e imaginación de un solo hombre, dirigido sin duda por una fe de las que sí mueven montañas.
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Interior de la catedral |
Desde 1962, Justo Gallego lleva realizando una
catedral él solo, sin ayuda, y con materiales de desecho en unas tierras
heredadas. Es un verdadero compendio del reciclaje: bidones para el encofrado
de las columnas, ladrillos abandonados por defectuosos, neumáticos para dar
forma a los arcos. Sin conocimientos previos de arquitectura, Don Justo nunca usó planos, los tenía en su cabeza y
construye según su imaginación, tal y como relata en una entrevista:
Don Justo en plena faena |
- No hubo dibujos ni esbozos previos.
- “Nada. Estaba en mi mente.
Con su planta de cruz latina y muchas arcadas y ventanales. Esto es filigrana,
para que entre la luz. ¿Quién quiere oscuridad sepultada entre muros?”
Cripta |
En la actualidad el edificio
sigue en construcción, alcanzando la cúpula los 40 metros de altura desde el
suelo, y las torres los 60. La iglesia, de 60 metros de longitud, incluye
tribuna, claustro, cripta, numerosas torres. Don Justo tiene ayuda desde hace
tiempo para los trabajos más duros, pero está claro que no abandonará mientras
su pequeño y enjuto cuerpo aguante: "Ya
estoy mayor y todos los años cojo algún resfriado malo pero, mientras la salud
me lo permita, subiré cada día a la obra para trabajar”. Y en cuanto
a ayudas económicas, solo recibe las donaciones que los visitantes tienen a
bien hacer. A este respecto Justo se lió la manta en la cabeza en 2005 y grabó
una campaña publicitaria de la conocida bebida “Aquarius”, que además de fama le supuso un ingreso de 30.000 euros,
gracias al cual las obras avanzaron bastante.
El recorrido por este monumento en obras es, por fortuna, libre, y
puedes ir a tu aire. Un cartel lo indica claramente: "La visita a la
catedral es libre, no somos responsables de posibles accidentes". De
modo que con mucha tranquilidad, y prácticamente en soledad, pues a esa hora
apenas había visitantes, entramos, subimos, bajamos y nos colamos por todos los
sitios, fijándonos mucho en los detalles.
En la fachada principal nos llamó
la atención el rosetón, con sus círculos de colores, dentro de los que se
distinguían diversos modelos de chrismón,
y una figura humana que parecía envuelta en un manto. ¿La Virgen?. Otros dos
rosetones menores mostraban un motivo repetido en la decoración: unas franjas a
modo de rayos que confluían en el centro, ocupado por el símbolo del Cordero Místico. Tres ventanales en la
parte superior mostraban de un modo explícito la dualidad: los dos laterales
con una cruz y las palabras “bueno” el derecho y “malo” el izquierdo. El
central con la palabra “inri” y una imagen que no he podido dilucidar. En la
parte inferior dos árboles ¿El Arbol del
Conocimiento y el Arbol de la Vida?.
En la catedral no solo abundan
los motivos circulares a modo de mandalas, semejando “ruedas solares” que evocan al Cristo como
mito solar, sino que apenas hay líneas rectas. Mesas circulares sobre un pié
esférico se encuentran en el transepto y la cripta. Y los colores rojo y
amarillo predominan sobre todos los demás. Apenas llevábamos un rato
deambulando por la parte exterior cuando nos dimos cuenta de la sensación de
paz que ambas sentíamos. La energía del lugar es poderosa y sin duda muy positiva,
y te hace sentir genial. Esa energía que se encuentra en determinados lugares y
es percibida por las personas y hasta por los animales. Como en una catedral
gótica, Don Justo trata de conseguir la mayor luminosidad abriendo arcos,
tragaluces y todos los recursos arquitectónicos que canalizan luz. Esta obra “ancla Luz”,
me dijo mi amiga.
Invitamos a Don Justo a tomar un café y
charlar, pero él declinó la invitación. Tiene que estar ahí, al pié del cañón,
pero nos aceptó que le lleváramos uno. Cuando regresé con el café ya estaba el
hombre subido a un andamio. Me pidió que se lo dejara a un lado para tomarlo
después de comer. ¿No
se quedará frío? No, tengo un hornillo para calentarlo. Y es que desde
el amanecer hasta que cae la tarde no abandona su obra, con 88 años que va a
cumplir el hombre. ¿No es un verdadero milagro?.
Rosetón de la fachada principal |
Terraza |
Ya dentro del recinto subí al
ábside para manifestar a Justo mi admiración.
- ¡Esto es admirable Don Justo, magnífico!
- Es bonito, si.
- Más que eso, tiene una energía especial, te transmite paz.
- Si, es armonía.
La luz entra a raudales por todo el edificio |
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